top of page

¿MACHISMO CORPORATIVO?


*Leonardo Muñoz

EXTRACTO DEL LIBRO “LO QUE CALLA UN GERENTE”

La buena autoestima es un sentimiento que algunas personas deberían tener, claro, hablo de aquellos con problemas de depresión, inseguridad, etc. Y seguramente todos conocemos aquel tipo bonachón que quiere ayudar a todos y que además tiene, según él, un don particular con las mujeres, pero que todos a su alrededor sabemos que no es más que una gran autoestima.

Aquí es donde entra Vinicio, que además de tener lo antes descrito, podemos agregar unas dos horas de gimnasio todos los días, un cargo de supervisor con salario de jefe y libertad de ingresar a todos los departamentos de la empresa. Vinicio era de esos que piensan que tener pareja atrae más al sexo opuesto y hacia alarde de esto pues estaba casado y tenía más de una hija, la primera con la persona con la que vivía y la segunda con una chica de mi equipo de trabajo directo.

Lana estaba embarazada cuando llegue a la empresa y se le veía muy feliz con su situación, la próxima llegada de un hijo es alegría para cualquier madre, lo que yo no entendía era, si esto también aplicaba para una madre soltera que, ya teniendo una hija de un excompañero de trabajo, se sentía igual de contenta estando embarazada de otro compañero de trabajo de su misma área, porque en efecto Vinicio también me reportaba indirectamente. Pero esto era lo que menos me preocupaba hasta ese momento, pues como dije no tenía ideal al llegar a la empresa de quien era el padre de la criatura, lo que si tenía claro es que yo debía apoyar a Lana, madre soltera, además, por ser de mi equipo de trabajo lo hacía con mucho gusto.

Mis preocupaciones realmente comenzaron luego de tener una conversación con una de las practicantes de una universidad local, en la que me manifestaba su incomodidad por parte de algunas invitaciones e insinuaciones por parte de un supervisor que la ponían muy nerviosa. Ella notablemente asustada, me contaba como incluso con llamadas y mensajes insinuantes la situación se volvía insostenible. Pude ver yo aquellos mensajes y noté un nombre que ya me hacía ruido unas semanas atrás, Vinicio. Y aunque mis valores no serían los correctos, según comentarían mis jefes algún tiempo después, debía evitar que esto ocurriera.

Lamentablemente mi investigación lo único que hizo fue confírmarme que lo que la estudiante me había informado y mostrado era cierto. Vinicio tenía antecedentes de haber salido con al menos cinco mujeres más dentro de la empresa, entre esas una Asistente de Gerencia que podría sin ningún problema ser su madre, una estudiante de universidad antes que yo llegara a la empresa, dos chicas del área de operaciones y por supuesto Lana que fue la única que no pudo borrar las huellas de este amor… Por su puesto Lana era igual de responsable que Vinicio en esta situación, pero, lo que me inquietaba a mí personalmente era saber, ¿Como había permitido la empresa que este tema de Vinicio fuera tan lejos? En mi experiencia liderando estas situaciones dentro de las empresas, si no tienes ningún impacto es mejor no tocarlos si no te afecta directamente, en este caso en particular si la Gerencia General no lo ha percibido como relevante a pesar de tanta gente tener conocimiento, no iba yo a buscarme un problema por esto, pero luego del parto y con la niña en brazos recordé que todo tiene un límite y ni Lana ni yo podríamos tolerar. Luego del incidente con la estudiante, le pedí a la Gerente del Área de Vinicio que lo mantuviera alejado de las estudiantes y cualquier otra chica de mi equipo de trabajo y que conversara con el sobre su forma de comportarse, situación que parecía mejorar hasta que comencé a notar cierta división dentro de mi equipo de trabajo directo, lo que pensé en mejorar con algunas actividades grupales y de trabajo en equipo el cual terminaría con una reunión en casa de una de ellas.

En esta reunión se apareció Vinicio con la excusa de ver a su hija pues Lana había asistido con su compañía y luego de un rato sin más ya Vinicio era parte de la actividad. Como en muchas de mis gestiones me gusta observar muy callado apartadamente y ver como todos interactuaban antes de emitir cualquier juicio, pues de esta forma puedes obtener mucha más información que preguntando directamente, de lo contrario te expones a que no te den la información completa o que omitan parte de esta. Lo que mis ojos observaban era para mí, una falta total de respeto y valores no solo para con Lana sino para el resto de los compañeros de trabajo. Vinicio reiteradamente al descuido de Lana, trataba de insinuarse a una compañera presente en la reunión, tanto que incluso trato de besarla casi que a la fuerza y fue en donde me tocó intervenir.

La situación que la empresa inicialmente había dejado pasar, tal vez por no verlo como algo relevante, se había convertido en una situación insostenible, que llegaba incluso a mi juicio al acoso sexual. No solo a personas que laboraban en la empresa, sino también a estudiantes. Me costaba creer que no se hubiera resuelto el problema desde el primer momento que se vio la actitud de Vinicio, la situación estaba fura de control y yo tenía que solucionarlo.

El lunes a primera hora pedí reunirme con Ron para hablar del tema pues, aunque el área de trabajo de Vinicio estaba dentro de mi responsabilidad no se me permitía despedir a nadie sin autorización, situación que no me preocupo al inicio pues prefiero siempre, antes que despedir personal, esforzarme en desarrollarlas. Tener miles de empleados te expone a situaciones de todo tipo porque cada una de estas personas son criadas de manera distinta, tienen problemas diferentes y estos serán traídos a tu organización. Algunas te van a impactar positivamente, pero otras lo harán de manera negativa y tendrás que gestionarlos si quieres lograr la tranquilidad de tu organización.

En este caso el comportamiento de Vinicio, que había mantenido durante años, estaba fuera de control y estaba afectando a un departamento completo. Los casos de acoso sexual son muy difíciles de probar dentro de una empresa, pero cuando tienes situaciones tan obvias, testigos oculares, chats y hasta videos tomados el día de la reunión, el despido se facilitaba mucho, pero, incluso para guardar la imagen de la empresa lo más sensato era pedir la renuncia de esta persona que además tenía un nivel jerárquico medio dentro de la organización. Se acordó darme una respuesta por parte de la Gerencia General sobre el tema al día siguiente.

Mejor hubiera sido no recibir respuesta, me visito Lotso para cuestionarme en un tono molesto por entrar en temas que ya antes él había decidido no tocar, que Vinicio era un empleado con más de 20 años en la empresa y no iban a despedir a un empleado tan antiguo por un tema que realmente no afecta a la empresa. Esa posición viniendo de una persona para mi hasta ese momento, era digna de todo mi respeto, me dejo muy confundido pues no entendía si era una posición personal o era la posición de la empresa. Claro que afectaba la empresa, pues el nombre y la reputación de la misma de veían involucrados, además del clima negativo que se fomentaba dentro de los trabajadores, principalmente para las damas.

Decidí engavetar la situación y pasar la página, vigilante de la situación pues dentro pronto entrarían menores de edad también en la organización a realizar sus prácticas de bachiller.


Nuestro autor invitado:

*Leonardo Muñoz: Ingeniero Industrial nacido en Cali Colombia, se muda desde niño a la Ciudad de Panamá en donde termina sus estudios universitarios y desarrolla su vida profesional. Ha trabajado en importantes empresas multinacionales y regionales como Consultor Comercial. Siendo Consultor de Recursos Humanos ha participado como asesor en la instalación de las operaciones de diferentes empresas multinacionales en la región de Centro América especialmente Panamá. Ocupando cargos como Gerente y Director de Recursos Humanos en diferentes empresas regionales, locales y familiares pudo participar como asesor en la venta, fusión y reestructuración de algunas de ella.

112 visualizaciones0 comentarios
bottom of page