EL INSTRUCTOR INTERNO COMO APOYO EN LA GESTIÓN DELTALENTO.
- Pioneros LATAM Colombia
- 25 mar
- 6 Min. de lectura
Por: JOSÉ MANUEL VECINO P.*
En la nueva teoría de las organizaciones se abordan diferentes modelos
conceptuales que valoran el aporte de las personas a las empresas; las teorías,
modelos y herramientas que a diario surgen, producto de la investigación y de
la incesante búsqueda de arquetipos que permiten garantizar a la organización
la rentabilidad, el crecimiento y la permanencia (tres pilares que en su
momento propuso J.P. Sallenave), han hecho que la historia de la
administración reconozca el paso de las organizaciones sólidas, donde buena
parte del todo correspondía a la estructura, a lo físico, a lo tangible, a lo
permanente en el tiempo, a un nuevo modelo de organizaciones donde se
valora más lo intangible, lo virtual, lo temporal y que se ha dado en llamar
organizaciones líquidas.

Este paso, doloroso para algunas de empresas y que para otras significó
incluso el final del emprendimiento, ha permitido que se pase, de la mano de
obra a la obra de la mente. La incorporación de nuevas tecnologías y la
aparición de nuevas legislaciones empresariales, han hecho que las
organizaciones deban adecuarse a nuevos modelos de negocio que hacen más
volátil las decisiones gerenciales sobre producto, servicio, producción, finanzas,
etc.., lo cual ha llevado a que las organizaciones sean impactadas e impacten
en un entorno cada vez más cambiante y exigente respecto a las barreras de
entrada y permanencia en el negocio.
Las nuevas tecnologías y la disponibilidad de la web para generar nuevos y
mejores negocios hacen que el conocimiento deje de ser propiedad de unos
cuantos privilegiados y pase a ser patrimonio de la organización e incluso de la
misma humanidad, han desaparecido los secretos, todo es susceptible de ser
encontrado, debatido, aceptado o rechazado, copiado o mejorado. Se habla
entonces de la gestión del conocimiento y del capital humano como alternativas
válidas para incorporar nuevas maneras de gestionar en la empresa.
Todavía son muchas las organizaciones que consideran que tienen
conocimientos que los diferencian de otros en el mercado, incluso personas
que esconden su saber para mantener su cargo, es noticia entonces que esas
épocas quedaron en el pasado y no volverán en razón a que el depósito de los
conocimientos dejaron de ser temporales y geográficos.
Esta breve reflexión lo que pretende es expresar una opinión sobre la evidencia
de que ya nada está oculto y que lo que marcará la diferencia no es lo que se
sabe sino la forma como se aplica en el desarrollo del negocio. Se trata
entonces no sólo de utilizar el conocimiento disponible sino también de
convertirnos en agentes capaces de crear y construir nuevos conocimientos
que vayan más allá del simple pensamiento pragmático instrumentalista que
reduce el conocimiento a su utilidad y practicidad.
En este sentido, quiero dedicar las siguientes líneas a la responsabilidad que
tiene la gerencia de buscar y hallar los talentos que puedan consolidar los
procesos de aprendizaje al interior de la organización, ya que en muchas
ocasiones se gasta mucho dinero tratando de hallar respuestas conceptuales y
teóricas en otras instancias y en muchas ocasiones la respuesta que marcará
la diferencia para mejorar el desempeño, incrementar la productividad y ser
más competitivos, se encuentra al interior de la organización.
cotidiano de la organización ya que sus resultados serán vistos, valorados y
utilizados en cualquier rincón del mundo. El mundo no duerme y es preciso que
identifiquemos los momentos de verdad no intencionales que provoca la
organización alrededor del mundo mediante las accidentales presencias que
realizamos cuando se visita la web.
La búsqueda de instructores internos que aporten y generen valor a la gestión
de la organización parte de reconocer que contamos con el mejor equipo de
trabajo y que serán ellos los responsables de multiplicar los conocimientos
específicos que permiten a nuestra organización mantenerse en la
competencia del mercado.

En primer lugar, es fundamental contar con las políticas de capacitación que
permitan delimitar el alcance del proceso de desarrollo humano en la
organización, ellas deben expresar los diferentes componentes que
caracterizan las expectativas frente a los desempeños esperados y establece
las ayudas que recibirán los colaboradores en su interés por afianzar los
conocimientos y competencias en el desarrollo de cargo.
En alguna de sus formulaciones, las políticas de capacitación y desarrollo de la
empresa, deberán contemplar y valorar el aporte de las personas que más
conocimientos poseen, al interior de la organización, sea en razón de su
experiencia práctica o bien por actualizaciones académicas realizadas en
centros especializados. Igualmente debe contemplarse la importancia que tiene
el promover al interior de cada grupo de trabajo la multiplicación de los
aprendizajes obtenidos en terceras instancias, esto será parte del proceso de
transferencia del conocimiento y la mejor manera de multiplicar los
aprendizajes de los miembros de los diferentes equipos de trabajo.
Descubrir el talento, al interior de la organización, puede no ser tan fácil si no
se cuenta con herramientas que permitan cualificar y calificar las personas
idóneas para convertirlas en maestros y facilitadores de procesos de
aprendizajes sobre temas específicos. Seleccionar los posibles instructores
implica establecer un perfil que nos lleve a integrar un modelo que asuma la
necesidad que tiene la organización de potenciar el desempeño de cada
colaborador mediante el reconocimiento de la contribución que pueden dar
quienes han sido reconocidos por su experiencia o conocimiento conceptual
como maestros al interior de la organización.
El cuanto al perfil del instructor es preciso que se tenga claridad de que no
basta el conocimiento sobre el tema específico, es preciso que quien vaya a
asumir el reto de convertirse en docente o facilitador al interior de la
organización, debe también tener la capacidad de convertir lo teórico en
práctico, lo conceptual en vivencial y por tanto capaz de generar procesos de
aprendizaje a un grupo determinado de personas, debe por tanto valorar su
desempeño y diseñar un modelo pedagógico que le permita abandonar las
alturas de los supuestos y sea capaz de plantear casos, problemas, ejercicios,
simulaciones, juegos de roles, etc.. que le permitan no sólo enseñar sino
permitir que los demás aprendan.
Es preciso recordar aquí que se trata de fortalecer las competencias de los
instructores en cuanto tales, es decir que no se trata de encontrar instructores
seleccionados únicamente por su capacidad intelectual o por su experiencia en
la ejecución de la tarea, se trata de motivar en el instructor su potencial como
facilitador del aprendizaje en beneficio de mejoramientos tangibles y evaluables
del desempeño laboral.
De modo práctico diría que es necesario someter a los instructores
seleccionados, a un entrenamiento sobre temas asociados a la pedagogía de
tal manera que puedan recibir por parte de la empresa los principios y
fundamentos requeridos para trasmitir adecuadamente los conocimientos en el
nivel de profundidad previamente establecido; incluso es conveniente
comenzar a pensar en la posibilidad de contar con una planta de facilitadores
internos que estén disponibles, dependiendo de los temas, para que sean
multiplicadores del conocimiento técnico y específico a quienes recién llegan a
la organización, por ejemplo, o bien contar con un programa de actualización
tal que permita enviar a estos profesionales a cursos, diplomados,
especializaciones e incluso a programas específicos y al mismo tiempo
establecer un plan de transferencia y comunicación del aprendizaje al interior
de la empresa.
Este grupo de instructores internos pueden movilizar la iniciativa de convertir el
proceso de capacitación en un impulsor de la formación con miras a la
certificación laboral, por ejemplo. Los instructores deberán contar con
reconocimientos especiales por parte de la organización de tal manera que se
sientan parte de una gestión que participa de modo directo en la consecución
de los propósitos corporativos. Este punto es de crucial importancia ya que
puede ser la razón que lleve al éxito o al fracaso un programa de instructores
internos. La definición de la compensación y reconocimientos debe ajustarse a
las políticas del programa de desarrollo humano de la organización.
Un componente práctico pero que no quiero dejar por fuera de esta reflexión,
tiene que ver con la necesidad de la evaluación y retroalimentación de proceso
de instrucción interno, es preciso considerar entonces en este ejercicio varias
maneras de realizarlo, por ejemplo puede incluir evaluaciones escritas hechas
por parte del instructor, autoevaluaciones, reuniones de revisión individuales y
de grupo para conversar sobre la experiencia docente e igualmente reuniones
con los participantes para reconocer fortalezas y debilidades de los
instructores.
El contar con un equipo de instructores internos puede derivar en un ejercicio
práctico y retador al mismo tiempo y es el de crear equipos de mejoramiento, al
mejor estilo del modelo Deming, pero con una orientación más de alinear lo
académico con lo práctico en la realidad empresarial, de tal manera que los
instructores no solamente lo son de eventos puntuales sino que pueden
pensarse en el desarrollo de proyectos de investigación práctica que finalicen
con modelos aplicables a la organización, en este sentido puede remitirse a la
invitación que nos hace Tom Peters en Re imagina donde el reto es hacer que
las personas puedan convertirse en agentes diferenciadores capaces de llevar
a la organización a estadios de productividad innovadores.
Espero que estas breves reflexiones sean motivo para continuar la búsqueda
de nuevos esquemas capaces de potenciar las capacidades del talento que
cada día lucha en nuestras organizaciones por ser reconocidos y por contribuir
aún más en la gestión que realizan.
**José Manuel Vecino P. Magister en Gestión Ambiental, Especialista en Gestión Humana, Gerente de Gestión Humana, Consultor empresarial y Docente Universitario. Escríbeme a jmvecinop@pioneroslatam.com
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